José Joaquín Sánchez Frutos “El Jaro”


Monográfico 0001 (Quinquis de los 80)

 
Los datos contenidos en este monográfico han sido extraídos de la hemeroteca del País, la hemeroteca del ABC, la hemeroteca de GaliciaHoxe, el CCCB Centre de Cultura Contemporània de Barcelona, ikerjimenez.com, Universo Quinqui (Carne Cruda), la Wikipedia y de artículos ya previamente publicados en diferentes medios de comunicación.
 
El Jaro
 
Al final del monográfico, encotrarás la bibliografía detallada de la que nos hemos servido para realizar el mismo, de todos modos somos humanos, así que si encuentras algún tipo de error, te rogaría que nos lo hicieras saber para realizar las investigaciones y/o correcciones pertinentes.
 
En la redacción de Crónica de la España negra hemos decidido crear un video para presentar esta nueva sección Monográficos Quinquis y al mismo tiempo presentar lo que será este nuestro primer monográfico, esperamos y deseamos que esta sección no sea un blog más donde se vierten leyendas sino que intentaremos ajustarnos a los datos reales publicados en hemerotecas para esclarecer un poco más la vida de estos chicos.
 

 
Si te ha gustado el audio desde aquí puedes descargarlo.

El quinqui

 
José Joaquín Sánchez Frutos Alias “El Jaro”, nació el 3 de noviembre de 1962 en Villatobas, un municipio situado al noroeste de la provincia de Toledo (Castilla-La Mancha, España), situado en la región denominada como la Mesa de Ocaña.

Villatobas, provincia de Toledo

Villatobas, provincia de Toledo

Fecha y lugar de nacimiento verificados en la Hemeroteca El País con fecha Miércoles, 29 de marzo de 1978 – “El Jaro”, entre la delicuencia juvenil y la psicopatía.

Hago este matiz puesto que hay otra versión equívoca donde dice que «el Jaro» nació en el barrio de San Blas en Madrid.

 
† Murió en Madrid, el 24 de febrero de 1979, famoso por ser el líder de la delicuencia de toda la capital, uno de los delincuentes españoles más precoces, cuya breve, rápida e intensa vida estuvo plagada de enfrentamientos con la policía.

Esta se llevó a los libros con el nombre de «Los niños bandidos» de la mano de José Luis Martín Vigil y a las grandes pantallas en 1979, poco después de su fallecimiento con el título de «Navajeros«, siendo esta el biopic de José Joaquín Sánchez Frutos, dirigida por Eloy de la Iglesia y protagonizada por José Luis Manzano, del que hablaremos más adelante y al que le dedicaremos nuestro segundo monográfico.

Ante todo que quede claro que en este monográfico no hablamos de José Luis Manzano sino de José Joaquín Sanchez Frutos.

Su familia

 
De una familia desestructurada, como tantos y tantos jóvenes donde los cambios de domicilio y los realquileres eran frecuentes, una familia en la que ya había cuatro niños, el mayor de once años.

Ya desde pequeño mostró sus habilidades para la delincuencia, a los ocho años según relata Maria del Pilar, una de sus hermanas, su madre, alcohólica, dejaba encerrados en una habitación a Donato (uno de los hermanos mayores), a Maria del Pilar y a Jaro para así ella, poder salir a apaciguar su adicción al alcohol, les dejaba únicamente una barra de pan y tres onzas de chocolate para que comieran todo el día, ese fue el momento donde según Maria del Pilar cometieron los primeros delitos ya que forzaban la cerradura para ir a la escuela a pedir comida o en todo caso robarla de su propia despensa.

«Se puede decir que fue nuestra mejor época, aunque nuestra niñez siempre ha sido mala. Lo único que recuerdo es que nuestro padre, en unión de mis dos hermanos mayores, Jesús y Joaquín, trabajaba en el campo y todos vivíamos en casa de la abuela. A mi madre le gustaba beber y se iba, dejándonos a Donato, mi otro hermano mayor, al Jaro y a mí encerrados en una habitación con una barra de pan y tres onzas de chocolate para que comiéramos todo el día.

Con nuestros cinco y seis años, y como teníamos tanta hambre, saltábamos la cerradura con una cuchara, escapábamos y pedíamos que nos diesen de comer en la escuela.

 

Si no había nada, rompíamos una ventana de la despensa y nos bebíamos toda la leche que encontrábamos.»

Dice Maria del Pilar, una de las hermanas de «el Jaro», cuatro años mayor que él.

Al parecer, tanto José Joaquín como sus hermanos sufrían agresiones físicas por parte de sus padres. Poco tiempo después, la madre acabó siendo detenida y trasladada al penal de Ocaña, y José Joaquín, su padre y sus hermanos decidieron emigrar a Madrid en busca de mejores oportunidades. Sus primeros años en la ciudad los pasaron en una casa abandonada, viéndose obligados a mendigar. Al volver a «casa» con lo recaudado, su madre (que ya había salido de la cárcel) les arrebataba todo el dinero y lo invertía en ella sola.

«Con lo que sacábamos ella hacía una cazuela de patatas, por ejemplo, y se la comía con dos litros de vino, mientras nosotros mirábamos.
Ella nos decía que trabajáramos y nos echaba. Por eso, cuando tuvimos que irnos de allí, cada uno tiró por un lado.»

Según cuenta su hermana.

Sus andanzas

 
José Joaquín Sánchez Frutos “El Jaro”

José Joaquín Sánchez Frutos
“El Jaro”

Era un líder nato y desde pequeño manejó una banda con miembros mayores que él, algunos incluso mayores de edad, a los que dirigía en todo tipo de tropelías como robos, hurtos y atracos.

El Jaro y sus amigos fueron un día a ver la película Perros callejeros, del director José Antonio de la Loma, y desde entonces adoptaron la forma de actuar de los pandilleros del celuloide: dejaron de ser ladrones para ser tironeros.

Desde aquel momento, las mujeres de Madrid aprendieron que, debían llevar el bolso bien sujeto y caminar alejadas de la calzada si no querían arriesgarse a que un grupo de jóvenes se lo arrebatara pegándole un tirón desde un coche en marcha.

El Jaro, El Guille, el Melones, el Payaso y el Taxista llegaron a formar una banda compuesta hasta por 40 individuos. Sembraron el terror en Madrid…,

 
…sobre todo en la zona norte de la capital. Sus actuaciones y las de El Gasolina, El Fitipaldi, el Cachorro y El Colega trajeron en jaque a la policía durante años.

No es extraño que la gorrilla que llevaba El Jaro en el momento de caer abatido estuviera colgada durante años de una pared de la vieja comisaría de la calle de Cartagena, como si se tratara de un trofeo.

Tanto es así que entre algunos de los mismos policías se hablaba de «el Jaro» como un «héroe transgresor» del momento, por ser el niño de 15 años que dirigía la delicuencia de toda la capital.

Entre la muerte de El Jaro y la de Clemente Martos (El Clemen) sólo medió un mes. Éste murió de un balazo en un callejón de Barcelona cuando trataba de escapar de la policía en una loca (un Seat 1430), símbolo del coche rápido preferido por aquellos jóvenes delincuentes de la época.

Eran los tiempos del “qué demasiao, de esta me sacan en televisión” con que José Joaquín Sánchez Frutos, alias El Jaro, aquel macarra de 16 años y ceñido pantalón, se despidió del mundo tras ser reventado de un disparo en su último atraco. Corría en España el año 1979 y al Jaro le sorprendió la muerte sin tener tiempo de regresar a la escena del crimen.

Juan Manuel Fanjul Sedeño, fiscal general del Estado en 1979, ya lo dijo en la Memoria de aquel año:
«La delincuencia juvenil se ha convertido en una preocupante epidemia, cuya solución exige un renacimiento de la espiritualidad, ya sea religiosa o humanística».

Quizá la dura vida de aquellos chicos de infancia desgraciada en familias rotas era en realidad el origen del problema, y no la falta de espiritualidad.

Algunos miembros de la banda:

14 de abril de 1979, el diario el Caso publicó un monográfico sobre "el Jaro"

14 de abril de 1979
el diario el Caso publicó un monográfico sobre «el Jaro»

La policía estimó que en el momento de la primera desarticulación de la banda, el 16 de febrero de 1978, esta, estaba compuesta por 31 personas, de las cuales solo cinco eran mayores de edad, y actuaban en comandos de tres, cuatro o seis personas, a los que se les imputaron los siguients delitos:

  • 33 asaltos a transeúntes
  • Cerca de cien hurtos de bolsos por el sistema del tirón
  • Casi cien sustracciones de vehículos
  • Cuatro atracos a gasolineras
  • Dos en viviendas
  • Un séptimo asalto a una sucursal del Banco Español de Crédito, en Molina de Aragón
  • Y dieciocho robos en establecimientos comerciales.
 
Para realizar sus tropelías utilizaban armas de fuego, escopetas de cañones recortados, pistolas, armas blancas y objetos contundentes. La mayoría de artículos robados, especialmente las joyas eran compradas por José Pozo García, considerado perista o comprador de mala fe por la policía.

La banda fue desarticulada oficialmente el 4 de octubre de 1978, aunque algunos miembros siguieron actuando de forma individual o conjuntamente, como por ejemplo «el Guille» que continuó su carrera delictiva formando su propia banda.

«El Jaro» ingresó de forma reiterada en el reformatorio del Sagrado Corazón del que se llegó a fugar una quincena de veces.

 
Estuvo en el centro tutelado de menores Santo Anxo, en Rábade (Lugo), de régimen abierto, estuvo un mes hasta que recibió la noticia de que su novia estaba embarazada, el centro le proporcionó un billete de ida y vuelta para que la visitara, pero éste, una vez en Madrid, volvió a juntarse con sus amigos y atracaron un chalé.

Allí tuvo lugar un enfrentamiento armado con la Guardia Civil en el que fue herido y trasladado a la cárcel concordatoria de Zamora. Poco tiempo después su banda se volvió a poner en funcionamiento hasta que en un atraco en la calle Toribio Pollán (actualmente calle Veracruz) de Madrid, el Jaro, murió, era el 24 de febrero de 1979, cuando apenas había cumplido los 16 años. Un vecino del paseo de La Habana, de Madrid, le mató de un disparo efectuado con una escopeta.

ficha_jaroEn el momento de morir, El Jaro llevaba en un bolsillo la cartera de plástico en la que guardaba un puñado de recortes de periódico sobre sus hazañas -tirones, tiroteos y detenciones-, que él solía enseñar con orgullo a quien quería oírle.

Sin paños calientes, el caballo (la heroína) terminó con las bandas, adormeció a toda una generación, lo que frenó esa ola tan activa de atracos, pero por muy poco tiempo ya que invitó a la delincuencia individual, al egoísmo, a conseguirte «tu propio pico».

En Crónica de la España negra, hemos decidido hacer la ficha policial de todos y cada uno de los quinquis de los que hablaremos en esta sección, como puedes comprobar justo al lado de estas líneas verás la ficha que hemos creado para este primer monográfico de José Joaquín Sánchez Frutos “El Jaro”

El Mito

 
Navajeros - Jose Luís Manzano como el Jaro

Navajeros – Jose Luís Manzano como el Jaro

La vida de «el Jaro» llegó a las grandes pantallas en 1980, de la mano de Eloy de la Iglesia (uno de los grandes en lo que al cine quinqui se refiere).

Se inspiró en los hechos reales, delictivos en su gran mayoría, cometidos por José Joaquín Sánchez Frutos «el Jaro» interpretado en el largometraje «Navajeros» por Jose Luis Manzano, actor que interpretó la mayoría de los personajes protagonistas en las películas de Eloy de la Iglesia, destacando por tener cara de “niño bueno”, pelo rubio y rizado.

Se convirtió en un mito del cine “quinqui” pero falleció en 1992, con apenas 30 años escasos, desgraciadamente la gran mayoría de los intérpretes del cine “quinqui” de los 80 fallecieron por causas como adicción a la heroína…,

 
…, sida, muerte de bala, entre otras

Muchos de ellos eran delincuentes y consumidores de drogas habituales; los cuales más de una vez en sus vidas pasaron por prisión.

Su popularidad fue breve, siendo conducidos nuevamente a la delincuencia y marginalidad.

La banda sonora fue compuesta por el grupo Burning, aunque también inlcuye canciones de Rumba 3, Gato Pérez y Los Chichos, y temas de música clásica, posteriormente Joaquín Sabina escribió una canción inspirada en las andanzas del «Jaro» a la que llamó «Que demasiao».

En la vida real, «El Jaro» era José Joaquín Sánchez Frutos y José Manuel Gómez Perales es el nombre que le dieron al personaje que interpreta José Luis Manzano en Navajeros.

La película comienza advirtiendo que: “Esta historia está basada en hechos reales, aunque son imaginarios todos los personajes que en ella aparecen.”

Galería de imágenes

‘El Jaro’ fue una de las estrellas más brillantes del universo «quinqui», un auténtico héroe de la marginalidad gracias al biopic cinematográfico: Navajeros.
El CCCB de Barcelona se aproximó al fenómeno con una exposición, con el regreso a la España ‘quinqui’ de ‘El Jaro’, entre otros.
Las siguientes imágenes son de dicha exposición.

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Bibliografía

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67 Respuestas a “José Joaquín Sánchez Frutos “El Jaro”

  1. Y, dos curiosidades;
    Según datos del ayuntamiento, el alumbrado de la calle Toribio Pollan se mejoró y se aumentó justo después de la muerte de El Jaro. También se le cambió el nombre a la calle tras el asunto. ¿Coincidencia? mmmm…

    A mi también me gusta mucho más la canción de Toño (Burning) que la de Sabina. Por cierto , la vida de Toño tremenda. Y, puede que sea el mejor compositor de este Pais junto con Antonio Vega.

    Y, desde aquí revindicar la peli de Eloy, que si bien no coincide al detalle en la muerte de El Jaro ya que, como cuenta Vigíl, no murió navaja en mano sino cruzándo dos cables , el resto de la película es bastante verídica. Aunque, con más tiempo la peli podría haber dado para más…Eloy podría haber contado los meses que el Jaro vivió felizmente por Galicia junto con otro muchacho bajo la tutela de un matrimonio de acogida, a los que abandonó al enterarse por carta que, antes de irse de Madrid había dejado preñada a su novia … también podría haber hablado de su infancia totalmente chabolera… hubiera dado para una serie la vida de El Jaro.

    Saludos y suerte.

  2. Hola L:
    Este siempre ha sido el problema, el pez chico se come al grande. Y claro que se echa tierra, el Jaro era un problema y en vez de ayudarlo se prefería matarlo, ya que es el camino más facil.
    gracias por tus comentarios.

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  6. Hola yo pregunto con que tipo de permiso se habla de joseluis manzano «jaro»

    Os puedo decir que yo soy su sobrino tengo 24 años , y no se de donde sacais la.informacion que no es tal cual lo contais aqui…. Pasa como en todos los lados y sitios se habla de lo que no se sabe demasiado

    • HOLA!este mensaje va dirijido a Ismael. Aquí se está hablando de José Joaquín Sánchez Frutos,el auténtico «JARO». Un joven nacido en un pequeño pueblo de la provincia de Toledo, hijo de Jesus, Alias (Chule el Palero) y de Crescencia, alias (Cristina). Yo no se si serás su sobrino, pero te aseguro que todo todo todo lo que se dice aquí es la pura realidad. Es más, su hermano Donato vive para contarlo y como él, tíos, primos, vecinos de la casa donde vivían y personas de su pueblo natal. Y solamente con decir como murió su madre, os cerciorariais de que esto es un relato real 100%. Gracias

      • Agradezco la aclaración Maria, mira que es extenso el monográfico y específico con los enlaces utilizados de hemerotecas para su creación, pero aún así por lo visto cuesta. Me alegra que te haya gustado el monográfico, muchas gracias.

  7. Hola Ismael bienvenido al blog, en primer lugar decirte que en este monográfico no se habla de la vida de José Luis Manzano sinó de la vida de José Joaquín Sánchez Frutos «El Jaro», de José Luis Manzano lo único que se dice aquí es que él interpreto al personaje de «el Jaro» en la película de Navajeros y que falleció en 1992, cosa que es totalmente cierta.

    En segundo lugar decirte que si lees el monográfico entero sabrás de donde sale la información, porque lo especifica con una lista bien extensa de enlaces a hemerotecas de distintos periódicos como por ejemplo el ABC, La Vanguardia etc… En este blog como puedes comprobar tu mismo si miras lo que te indico sobre los enlaces, verás que no solo nos informamos sino que investigamos a conciencia, precisamente por eso hicimos estos monográficos, para de una vez por todas desmentir todas las leyendas urbanas que existen en la red.

    Sobre José Luis Manzano hicimos otro monográfico y te invitamos a que lo visites y compruebes tu mismo que ahí está exactamente comprobado todo igual que aquí, mediante las hemerotecas de los periódicos, otra cosa ya es si los periódicos mienten o no, pero todo absolutamente todo es información que está en la red sobre su trabajo como actor que por cierto por si no lo sabes somos absolutamente fans de toda su trayectoria y todo esto lo hacemos precisamente para rendirle homenaje, si lo deseas ponte en contacto por privado y charlamos sobre el tema, un saludo.

  8. Hola! Como buen amante de la criminología de este país, me gustaria compartir con vosotros mi particular homenaje a José Joaquín Sánchez Frutos «El Jaro» Una seleccion de articulos junto al tema ¡Qué Demasiao! de «Pulgarcito». Para todos los que seguís este gran Blog!! Un Abrazo a todos.

    • Hola Edu, muchas gracias por tu aporte, un gran video como todos los que haces, muchas gracias por compartirlo precisamente aquí, un abrazo.

  9. Victor Muñoz Moreno

    Así por encima vaya tela de la supervivencia a leyenda y de la leyenda a la moda of my good je je….

    • Totalmente de acuerdo contigo Victor, chicos de la calle elevados a mito, solo que este precisamente José Joaquín Sánchez Frutos «El Jaro» fue mito después de morir, en cambio otros consiguieron serlo en vida, solo que no supieron gestionarlo, una pena. Gracias por tu comentario.

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  11. Yo lo conocí, tendría 13 años, él era un año más joven que yo, vivíamos cerca y nos movíamos por los mismos sitios, Dehesa de la Villa, alguna que otra discoteca de la zona de Argüelles, calle Artajona, barrio de Belmonte, el Pilar (…). Recuerdo que era rubio, bastante rubio y que para que no le encontrara la policía se tiñó el pelo de negro, pero el negro era casi azulado, daba risa porque pasaba menos inadvertido así que con su color natural, era un niño. Pasábamos muchos ratos en la Dehesa de la Villa, algunos de los amigos sabían tocar la guitarra y todos nos sentábamos a escuchar fumando porros.

    El Jaro siempre tenía dinero, no mucho dinero, pero más de lo que tenía entonces cualquier adolescente de barrio de 13 años, nos invitaba a la discoteca a todos y nos pagaba los taxis, en ocasiones eran hasta tres taxis los que necesitábamos. También conocí a Toñi, su novia y la madre de su hijo, era algo mayor que él tendría al menos dos años más, a ella la conocí antes que a él, cuando tenía otro novio a quien llamaban el pato.

    El Jaro era impredecible, igual se reía sin parar que de broma te cogía del cuello y te soltaba cuando ya te estabas ahogando, eso me pasó a mí, no creo que en realidad quisiera hacerme daño pero no tenía medida, creo que no era consciente del peligro, muchos no lo éramos en esa época.
    Yo, por aquel entonces, no sabía muy bien a qué se dedicaba, aunque sí sabía que a nada bueno, en cierta ocasión un policía secreta me preguntó por él y yo le dije que no sabía quien era, el policía a quien yo conocía por ser vecino mío, me amenazó con decirle a mi padre con que tipo de persona iba, no le dije nada, por aquel entonces esas cosas me resultaban divertidas, aventuras, en fin …, hoy lo veo desde una perspectiva muy distinta.

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